Hoy (bueno ahora) me siento bien. ¿Por qué no decirlo? La gente se empeña en contarte lo mal que lo pasan por esto o lo otro y no suelen compartir sus satisfacciones, por minúsculas que sean.
Acabo de llegar de clases , a pesar de que muchos han hecho puente, tengo muchísimo trabajo para esta semana, tengo que estudiar mucho para los exámenes de Diciembre, pero eso es bueno.
La satisfacción de estar haciendo lo correcto es enorme. Estoy cambiando.
De hecho, el cambio está a la orden del día en nuestras vidas, la capacidad para cambiar de hábitos de las personas es increíble, aunque parezca lo contrario. Realmente pienso, si el cambio es consecuencia de malas decisiones pasadas, bienvenido sea. Nunca es tarde si la dicha es buena, de verdad lo creo.
El cambio está en los genes de los seres humanos. De hecho, existimos a día de hoy gracias a ese cambio, a la adaptación a nuestro ambiente y circunstancias.
Lo que ocurra a mi alrededor me puede resultar bueno, malo o indiferente; pero no le voy a dar vueltas a eso, ya que lo único que puedo cambiar yo es a mí mismo, adaptarme a mi nuevo entorno e intentar triunfar en él. No me pienso sentir frustrado por situaciones que se escapan de mi mano, si he dado lo mejor de mí en cada momento es lo único que debo preguntarme.
Todo en nuestro alrededor cambia. Cambian los gustos de las personas, las empresas deben adaptarse a ese cambio constantemente, la forma de pensar individual y colectiva, todo. Aquel que puede, primero, percatarse ( no siempre es fácil) de ese cambio, adaptarse y modificar su conducta en pro de triunfar ante las nuevas situaciones que nos va poniendo la vida, es un verdadero ganador.
Todo en esta vida es cambio.
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