martes, 1 de noviembre de 2011

A lo mío

¿Has hecho algo que merezca la pena? ¿En  qué personas has influido? ¿Qué has aportado a esta vida?

Tienes dos opciones, esperar a que el mundo te cambie o cambiarlo tú a él.
 Ve a lo tuyo. Vive tranquilamente esperando a tu fin, sé una más de las 7 mil millones de personas de éste mundo. Vive sin complicaciones, a lo tuyo, total, esto se acabará rápido.

Luchar durante toda una vida para que te escuchen, para cambiar aunque sea sólo un ápice del mundo, que la historia te recuerde, es duro, improbable, soñador...

Sólo los soñadores podrían si quiera intentarlo, aportar algo positivo a toda esta realidad que nos envuelve, a todas las generaciones que fueron y serán.

Yo también quiero ir a lo mío, pero resulta que lo mío es todo esto.
 Lo mío eres tú, es este mundo, es su pasado y es su futuro. Lo mío se ve alzando la cabeza, mirándo hacía las estrellas y dentro de tus pensamientos.

Lo mío es mi familia y el desconocido. Lo mío es todo aquello que percibo, es toda mi realidad, lo que veo y lo que no. Tengo el derecho y el deber de defender lo mío, por eso tengo el derecho y el deber de soñar, de aportar algo a todo esto.
Debo y puedo, me pertenece, igual que a tí.



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